El Carriel Antioqueño: Símbolo de Tradición que se Consolida como Patrimonio Protegido



La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) ha otorgado la protección de Denominación de Origen al carriel antioqueño, uno de los símbolos más representativos de la cultura paisa. El reconocimiento se oficializó mediante la Resolución 72998 de septiembre de 2025, en un acto protocolario celebrado en el municipio de Jericó, Antioquia, liderado por la superintendente Cielo Rusinque y la gerente de Artesanías de Colombia, Adriana Mejía. La facultad para autorizar el uso de esta denominación fue delegada a la Asociación de Fabricantes del Tradicional Carriel Antioqueño. Este accesorio, más que un objeto funcional, representa la historia de los arrieros, el espíritu emprendedor del pueblo antioqueño y una tradición marroquinera centenaria. Su origen se remonta a la necesidad de los arrieros de tener una bolsa resistente para transportar herramientas, alimentos y objetos personales en sus travesías por las trochas andinas. Tradicionalmente, el carriel de cuero cuenta con doce bolsillos, cinco de los cuales son secretos.
Su diseño evolucionó desde modelos europeos, adaptándose a la geografía local e incorporando materiales como el cuero, la madera y, posteriormente, la fibra de fique y la lona. La obtención de la Denominación de Origen trae consigo importantes beneficios para los artesanos de municipios como Jericó, Envigado, El Retiro, Támesis y Fredonia. Este sello posiciona al carriel en el grupo de productos protegidos de Colombia, como cafés regionales y el bocadillo veleño, otorgándole prestigio y respaldo institucional en mercados nacionales e internacionales.
Además, permite combatir las réplicas y la competencia desleal, según afirmó el artesano Santiago Agudelo Cardona. Se espera que la medida impulse la economía popular, el turismo cultural y el relevo generacional del oficio. La decisión de la SIC se adoptó tras verificar que el producto cumple con los criterios de calidad, reputación y vínculo geográfico exigidos por la normativa nacional y de la Comunidad Andina. Este logro es el resultado de un proceso en el que Artesanías de Colombia acompañó a los artesanos para consolidar la solicitud, reafirmando el compromiso estatal con la defensa del patrimonio cultural inmaterial del país.











