Asilo a Maduro: la controversial propuesta que pone a prueba la diplomacia colombiana

El gobierno colombiano ha abierto la puerta a un eventual asilo político para el presidente venezolano, Nicolás Maduro, una posibilidad que ha desatado un intenso debate sobre las implicaciones diplomáticas, jurídicas y políticas para el país.

La canciller de Colombia, Rosa Villavicencio, afirmó que el país no negaría una solicitud de asilo por parte del presidente venezolano, Nicolás Maduro, si esta formara parte de una salida negociada y una transición pacífica en Venezuela. En declaraciones a medios como Caracol Radio, la ministra explicó que esta postura se enmarca en la política de refugio del país y el cumplimiento de los tratados internacionales, como la Convención de Caracas de 1954. La funcionaria subrayó que el objetivo del gobierno del presidente Gustavo Petro es facilitar una solución ordenada a la crisis del país vecino. Sin embargo, la canciller Villavicencio matizó que esta oferta es un escenario hipotético y consideró improbable que Maduro eligiera a Colombia como su destino.

Según su análisis, el mandatario venezolano probablemente preferiría un lugar “más distante y tranquilo” para su retiro, mencionándose en otros contextos a países como Cuba o Rusia.

Villavicencio insistió en que la disposición de Colombia es participar activamente en cualquier proceso que conduzca a una solución pacífica, pero aclaró que hasta el momento no existe ningún contacto formal para iniciar una negociación sobre la salida de Maduro. Las declaraciones generaron una reacción inmediata en Colombia, incluyendo duras críticas por parte de parlamentarios y precandidatos presidenciales de diversas corrientes políticas.

Estos sectores advierten que el país no debería involucrarse en dicho pleito ni convertirse en un refugio para líderes considerados dictadores. La posibilidad de recibir a Maduro también ha suscitado un debate sobre las repercusiones diplomáticas, especialmente en la relación con Estados Unidos, que mantiene una fuerte presión sobre el régimen venezolano. Expertos señalan que otorgar asilo a un jefe de Estado en ejercicio es una situación excepcional que pondría a prueba la política exterior colombiana.