Autoridades desmienten aumento de casos de Covid-19 en Bogotá

Autoridades sanitarias de Colombia desmintieron la existencia de una alerta epidemiológica por COVID-19 en Bogotá, aclarando que, contrario a los rumores, los casos han disminuido significativamente en comparación con el año anterior.

El Ministerio de Salud y el Instituto Nacional de Salud (INS) descartaron una alerta epidemiológica en Bogotá debido a los casos de COVID-19, desmintiendo versiones no oficiales sobre un supuesto incremento alarmante de contagios. Según la Subdirección de Vigilancia en Salud Pública de la Secretaría Distrital de Salud, entre enero y septiembre de 2025 se confirmaron 2.219 casos en la ciudad, lo que representa una reducción del 76 % en comparación con los 9.280 contagios reportados en el mismo periodo de 2024. Ante la circulación de información no verificada, el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, hizo un llamado a la ciudadanía para mantener la calma y consultar únicamente los canales oficiales del ministerio y del INS. 'Evitemos compartir contenidos no verificados que puedan generar miedo o desinformación', señaló el ministro, recordando que los datos sobre el virus se basan en una vigilancia epidemiológica permanente y análisis de laboratorio.

Por su parte, la directora del INS, Diana Pava, explicó que durante 2025 se han registrado dos picos de contagio en la capital: uno entre marzo y abril con 1.131 casos, y otro entre agosto y septiembre con 688.

Sin embargo, aclaró que estos repuntes no son motivo de alarma, ya que obedecen a comportamientos estacionales propios de los virus respiratorios, como el sincitial, el adenovirus y el mismo COVID-19, y los casos del segundo pico no superaron a los del primero.

A nivel nacional, la tendencia también es a la baja.

Hasta la semana epidemiológica 37 de 2025 (del 7 al 13 de septiembre), se habían registrado 6.222 casos en todo el país, lo que significa una disminución del 67 % frente a los 9.306 contagios del mismo lapso en 2024. Las autoridades sanitarias reiteraron la importancia de que la comunicación del riesgo se base en evidencia científica, e instaron a las entidades territoriales y medios de comunicación a utilizar como fuente principal el Boletín Epidemiológico Semanal del INS.