Bitcóin en la Cuerda Floja: Entre la Caída de Precios, la Cautela Institucional y el Aumento de Estafas



La principal criptomoneda, bitcóin, experimentó una drástica caída, perdiendo el soporte de los 90.000 dólares y revirtiendo todas las ganancias acumuladas durante 2025. Este descenso se produce tras alcanzar un máximo histórico de más de 126.000 dólares en octubre, lo que representa una pérdida de valor de 600.000 millones de dólares desde su pico. La tendencia bajista se atribuye a un deterioro del panorama macroeconómico global, incluyendo dudas sobre la política de tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos y una mayor aversión al riesgo que ha llevado a los inversionistas a reducir su exposición a activos especulativos. La caída ha provocado consecuencias significativas en el mercado, con liquidaciones masivas de posiciones de operadores que superaron los 1.000 millones de dólares. Los fondos cotizados en bolsa (ETF) de bitcóin al contado también han sufrido, registrando salidas netas de aproximadamente 2.800 millones de dólares en lo que va de noviembre, lo que ha llevado al inversor promedio de estos instrumentos a registrar pérdidas.
Empresas con grandes tesorerías en criptoactivos, como Strategy Inc., enfrentan una mayor presión para reconsiderar sus estrategias.
Analistas advierten sobre meses de alta volatilidad y señalan que una caída por debajo de la media móvil de 50 periodos podría indicar el inicio de un mercado bajista.
No obstante, la reacción del mercado no ha sido uniforme.
Mientras algunos inversionistas venden en un escenario de "miedo extremo", otros ven la caída como una oportunidad.
Grandes inversores, conocidos como "ballenas", y el gobierno de El Salvador han aprovechado los precios bajos para aumentar sus tenencias de bitcóin.
De igual forma, algunas instituciones continúan apostando por las criptomonedas, invirtiendo en tecnología blockchain y ofreciendo nuevos servicios.
Ciertos ejecutivos y analistas consideran que el descenso es una "oportunidad generacional" para los inversores a largo plazo, argumentando que los fundamentos de la criptomoneda no han cambiado. Este entorno de alta volatilidad también ha incrementado los riesgos de fraude.
Un informe señaló que los casos de estafas cripto en Latinoamérica aumentaron un 48 % en 2024, con un incremento del 400 % en ciberdelitos financieros en Colombia. Expertos aconsejan desconfiar de promesas de rentabilidad garantizada, verificar que las plataformas permitan retirar fondos sin obstáculos y utilizar únicamente plataformas reguladas y con trayectorias establecidas para evitar esquemas fraudulentos que proliferan en redes sociales.











