Drones en el Suroccidente de Colombia: Entre la Ofensiva Criminal y la Estrategia de Seguridad Estatal



En el municipio de El Peñol, Nariño, se registraron ataques con drones cargados de explosivos contra la estación de Policía local.
Los hechos, que incluyeron al menos cuatro detonaciones, generaron pánico en la población y dejaron un saldo de heridos que, según los reportes, varía entre una y dos personas, incluyendo uniformados.
Las autoridades atribuyeron los hostigamientos a estructuras del autodenominado Estado Mayor Central (EMC) de las FARC, como una presunta retaliación ante las operaciones militares ordenadas por el Gobierno Nacional en la cordillera nariñense. Tras los ataques, unidades del Ejército y la Policía acordonaron la zona y se mantienen en máxima alerta. En contraste, la Gobernación del Valle del Cauca presentó la estrategia ‘Raptor’, una iniciativa que utiliza drones para fortalecer la seguridad en el departamento. Liderada por la gobernadora Dilian Francisca Toro, la red consta de cuatro drones de alta velocidad, capaces de alcanzar 80 km/h y operar a gran altura.
Estos dispositivos están conectados en tiempo real con un Centro de Comando y Control en Buga, permitiendo una vigilancia eficaz y una coordinación inmediata con la fuerza pública para prevenir delitos y garantizar respuestas rápidas. La implementación de ‘Raptor’ cuenta con una inversión de aproximadamente 120.000 millones de pesos, provenientes de la tasa de seguridad departamental. Además de los drones, la estrategia integra plataformas para interceptaciones, cámaras inteligentes en corredores viales críticos y la vinculación de 1.000 jóvenes de la Policía y el Ejército a programas de seguridad ciudadana en municipios como Cali, Buenaventura y Palmira.
La gobernadora Toro destacó que, aunque se está adoptando tecnología avanzada, se requiere el apoyo del Gobierno Nacional para maximizar los resultados. Se espera que la estrategia ‘Raptor’ tenga un impacto positivo no solo en la prevención del delito, sino también en sectores como el turismo y el comercio. Brany Prado, director ejecutivo de Acodrés Pacífico, señaló que el fortalecimiento de la seguridad en zonas turísticas y comerciales fomenta la confianza de visitantes y locales, lo que se traduce en desarrollo económico. La capacidad de transmitir información en tiempo real facilita operativos coordinados, como los ya realizados en Jamundí y Guacarí, robusteciendo la presencia estatal frente a las amenazas.










