El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, anunció una controvertida modificación al esquema de ‘pico y placa’ que ha generado un intenso debate en la capital. La medida impone una restricción de circulación dos sábados al mes para los vehículos que no están matriculados en la ciudad, buscando incentivar el registro local y aumentar el recaudo de impuestos para la movilidad. La nueva normativa, que entrará en vigor el próximo año, responde a una problemática fiscal y de infraestructura que, según la administración distrital, afecta gravemente las finanzas de la ciudad. El alcalde Galán explicó que tres de cada diez carros que circulan por Bogotá tienen matrícula de otro municipio, lo que ha significado una pérdida de recaudo estimada en 1,1 billones de pesos en los últimos doce años. “Las medidas se toman porque hay que incentivar que las personas matriculen su carro en Bogotá.
La ciudad ha dejado de recibir este dinero que debe ser destinado para la movilidad”, afirmó el mandatario. La restricción sabatina operará de manera intermitente, aplicando un sábado sí y otro no. Adicionalmente, el costo del permiso de ‘pico y placa solidario’, que permite circular durante los días de restricción, aumentará en un 50 % para estos vehículos.
La medida busca “equilibrar la carga” entre quienes contribuyen con impuestos locales y quienes utilizan la infraestructura vial sin hacerlo.
Se confirmó que los vehículos híbridos mantendrán su exención.
Este cambio de política ha generado una amplia discusión en redes sociales y medios de comunicación sobre su equidad, impacto en los conductores de municipios aledaños y su efectividad para mejorar tanto las finanzas como la movilidad de la capital.
En resumenLa modificación al ‘pico y placa’ para vehículos foráneos en Bogotá es una medida fiscal con implicaciones directas en la movilidad de miles de conductores. Al imponer restricciones adicionales, la Alcaldía busca presionar el registro de vehículos en la capital para aumentar el recaudo, lo que ha desatado un debate sobre la equidad de la medida y su verdadero impacto en la congestión y las finanzas de la ciudad.