Sin embargo, el foco se ha ampliado hacia las historias de los niños perdidos, como Jenifer de la Rosa, sobreviviente adoptada en España que se reencontró con su hermana 38 años después. La Fundación Armando Armero continúa impulsando pruebas de ADN y la reconstrucción de archivos, mientras el ICBF anunció el uso de inteligencia artificial para proyectar cómo lucirían hoy los menores desaparecidos, en un esfuerzo por cerrar las heridas que la avalancha y el posterior caos institucional dejaron abiertas.