La fiscal describió cómo, aprovechando la indefensión de la víctima, “continuaron golpeándolo, dirigiendo patadas principalmente a la cabeza”, incluso cuando Moreno presentaba “un evidente sangrado abundante por nariz, ojos, boca y signos de ahogo con su propia sangre”. A pesar de la contundencia de las pruebas, que incluyen videos de seguridad, ambos implicados se declararon inocentes de los cargos, que acarrean una pena de entre 400 y 600 meses de prisión.