Adicionalmente, se reportó un aumento en los hurtos y homicidios cometidos desde motocicletas en estas fechas.

La sanción para quienes incumplan la norma asciende a $604.100 y la inmovilización del vehículo. La respuesta del gremio fue contundente y se materializó casi de inmediato. En la noche del 29 de octubre, grupos de motociclistas ya realizaban bloqueos en la Avenida Ciudad de Cali y la Avenida Boyacá. Para el 30 de octubre, se convocaron manifestaciones y planes tortuga en puntos como la Calle 100 con Autopista Norte y la Avenida Villavicencio con Autopista Sur, donde los manifestantes utilizaron llantas y barricadas, generando caos vehicular y enfrentamientos. Líderes del gremio, como Miguel Forero, calificaron la medida como “estigmatizante” y argumentaron que afecta gravemente a miles de trabajadores que dependen de la motocicleta para su sustento y movilidad. El conflicto evidencia la tensión entre la necesidad de garantizar el orden público y la seguridad vial, y el derecho al trabajo y la libre locomoción de un importante sector de la ciudadanía.