“Llegué a tener miedo de convivir con West.

Creo que cuando uno envejece, ya no tolera esa mierda.

No tiene tiempo”, confesó en una entrevista, aludiendo a la toxicidad de la relación.

Además del divorcio, mencionó el agotamiento físico y mental derivado de sus múltiples compromisos, como sus estudios de derecho. La revelación de Kardashian, quien también ha hablado de cómo el estrés ha afectado su psoriasis, desató una oleada de mensajes de apoyo en redes sociales, donde fanáticos y otras celebridades manifestaron su solidaridad. Su decisión de compartir una experiencia de salud tan delicada ha sido vista como un acto de vulnerabilidad que humaniza su figura y pone de relieve el impacto físico que pueden tener las crisis emocionales.