El artista, visiblemente afectado, expresó su decepción en un video: “Imposible la parchada… se las quedo debiendo, Bogotá.

No nos dejaron en ninguna parte”.

Aseguró que el evento fue financiado de su propio bolsillo y prometió organizar “algo bien chimba” en el futuro para compensar a sus seguidores. El episodio evidenció el choque entre el deseo de un artista de conectar espontáneamente con su público y las estrictas regulaciones para eventos masivos en la capital.