El choque político se agudizó cuando el presidente Petro, desde su cuenta de X, calificó a los responsables de los ataques como “milicias fascistas” y ordenó a la Policía disolver los grupos de “acción directa de la alcaldía”, además de iniciar una investigación penal. El alcalde Gutiérrez respondió acusando a Petro de querer “volver a incendiar a Colombia” y defendió la actuación de los funcionarios para proteger a la ciudadanía. La Defensoría del Pueblo, por su parte, pidió investigar tanto a los funcionarios públicos como a los manifestantes por los hechos violentos.