Una multitudinaria caravana fúnebre en Anorí, Antioquia, para despedir a Jorge Iván Salazar, alias ‘Guillermino’, cabecilla del frente 36 de las disidencias de las FARC, generó una profunda indignación nacional y un agudo enfrentamiento político. El homenaje, en el que el féretro fue paseado como un héroe, fue duramente criticado por el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, y provocó una respuesta directa del presidente Gustavo Petro. Las imágenes difundidas en redes sociales mostraban decenas de motocicletas y buses tipo chiva acompañando el ataúd, cubierto con una bandera con logos del grupo armado ilegal. Este acto fue interpretado como una afrenta a las víctimas y a la fuerza pública, ya que alias ‘Guillermino’ era señalado como uno de los responsables del asesinato de 13 policías en un ataque en Amalfi. El gobernador Rendón expresó su rechazo en la red social X: “Cuando los asesinos de Policías son paseados como héroes algo está mal en la sociedad. A esto nos ha llevado la paz total de Petro”.
Su declaración vinculó directamente el homenaje con la política de seguridad del Gobierno Nacional.
La respuesta del presidente Petro no se hizo esperar.
A través de la misma plataforma, el mandatario aclaró que alias ‘Guillermino’ fue abatido durante su gobierno. “Cayó en combate en mi gobierno y bajo el ejército de Colombia.
No pudieron detenerlo antes”, escribió, y añadió una crítica al camino delictivo del disidente: “equivocó su camino, pensó en ser guerrillero y se volvió traqueto y cuidador de cultivos ilícitos”.
La controversia escaló al punto que las alcaldías de Briceño y Anorí decretaron toques de queda para prevenir alteraciones del orden público durante los sepelios de los cabecillas abatidos.
En resumenEl funeral con honores para alias ‘Guillermino’ en Antioquia se viralizó, generando indignación por la apología a un criminal. El hecho provocó un choque directo entre el gobernador Andrés Julián Rendón, quien culpó a la ‘Paz Total’, y el presidente Gustavo Petro, quien defendió la acción de su gobierno al abatir al cabecilla, evidenciando las profundas divisiones en la estrategia de seguridad del país.