Su declaración vinculó directamente el homenaje con la política de seguridad del Gobierno Nacional.

La respuesta del presidente Petro no se hizo esperar.

A través de la misma plataforma, el mandatario aclaró que alias ‘Guillermino’ fue abatido durante su gobierno. “Cayó en combate en mi gobierno y bajo el ejército de Colombia.

No pudieron detenerlo antes”, escribió, y añadió una crítica al camino delictivo del disidente: “equivocó su camino, pensó en ser guerrillero y se volvió traqueto y cuidador de cultivos ilícitos”.

La controversia escaló al punto que las alcaldías de Briceño y Anorí decretaron toques de queda para prevenir alteraciones del orden público durante los sepelios de los cabecillas abatidos.