Un atroz caso de maltrato animal en Pasto, Nariño, desató una ola de indignación a nivel nacional y movilizó a la ciudadanía para exigir justicia por Sherlock, un canino que fue brutalmente golpeado e incinerado vivo. La rápida difusión del caso en redes sociales y la presión de la comunidad se convirtieron en un factor determinante para la pronta acción de las autoridades. El hecho, ocurrido en una terraza del barrio Chapal, fue documentado en videos que circularon ampliamente, permitiendo la identificación y captura en flagrancia del presunto responsable, identificado como Iván Vallejos. La crueldad del acto generó una fuerte reacción social, que se materializó en plantones en las afueras de la URI de la Fiscalía y una velatón en el barrio donde ocurrió el crimen. La comunidad, junto a proteccionistas, fundaciones y rescatistas, exigió una sanción ejemplar.
La presión ciudadana fue fundamental para que el caso escalara rápidamente en el sistema judicial. Durante las audiencias, la Fiscalía y la abogada animalista María Elena Belalcázar presentaron argumentos sólidos que llevaron al Juzgado Séptimo de Pasto a imponer medida de aseguramiento en centro carcelario contra el imputado, considerándolo un peligro para la sociedad. La senadora Andrea Padilla, impulsora de la Ley Ángel contra el maltrato animal, celebró la decisión judicial en sus redes sociales, afirmando: “¡Un juez acaba de darle medida de aseguramiento privativa de la libertad (...) al torturador de Sherlock. ¡Gracias #LeyAngel por estar materializando el anhelo de justicia de millones de colombianos!”.
El caso se ha convertido en un precedente clave en la lucha contra la crueldad animal en el país.
En resumenEl caso de Sherlock, el perro incinerado en Pasto, se convirtió en un símbolo de la lucha contra el maltrato animal en Colombia. La indignación viral y la movilización ciudadana impulsaron una rápida respuesta judicial, resultando en la encarcelación preventiva del agresor y sentando un precedente sobre la gravedad de estos crímenes.