Entre los heridos se encontraban ciudadanos extranjeros.

Tras la viralización de los hechos, Andrés DC emitió un comunicado en el que lamentó lo ocurrido, ofreció disculpas y aseguró que los afectados recibieron atención médica inmediata.

Como medida preventiva, la empresa suspendió el uso de equipos similares hasta completar una “revisión técnica exhaustiva”. Sin embargo, esta versión fue cuestionada por algunas víctimas, como la doctora Andrea Rozo, quien afirmó que la atención fue precaria y que el personal del restaurante inicialmente restó importancia a la gravedad de las lesiones. Un comensal relató que la primera respuesta del personal fue: “no se preocupen que nosotros les pagamos la ropa”. Este suceso reavivó la memoria de un incidente similar ocurrido en agosto de 2024 en la sede de Chía, donde la bailarina Laura Villamil sufrió quemaduras graves durante un espectáculo con fuego. La repetición de accidentes ha intensificado las críticas sobre las medidas de seguridad del establecimiento, llevando a que el secretario de Gobierno de Bogotá anunciara una inspección de vigilancia al local.