Consciente de que Colombia quizás “no está lista” para una reina trans, su objetivo es cambiar percepciones y demostrar que las mujeres trans son “reales, naturales y empoderadas”. Además de su faceta como modelo y activista, trabaja con una fundación que apoya a niñas víctimas de abuso sexual.

Aunque su presencia ha generado críticas en redes sociales, Morales asegura que dentro del concurso ha sido aceptada por sus compañeras, quienes la ven simplemente como otra mujer.

Incluso relató un pequeño conflicto con una candidata, el cual atribuyó al “desconocimiento” y lo manejó como una oportunidad para educar.

Su historia personal y su activismo están redefiniendo el formato del concurso en Colombia, impulsando una necesaria reflexión sobre la diversidad y la inclusión en espacios tradicionalmente conservadores.