Las imágenes, que se viralizaron rápidamente, muestran el momento en que pierde el equilibrio durante una maniobra y se precipita al vacío, causando conmoción entre los asistentes. Afortunadamente, la artista aterrizó sobre un colchón inflable de seguridad, una medida que, según explicó el director del circo, Raúl Gasca, es obligatoria para este tipo de actos que no utilizan arnés ni red de protección. En un acto de notable resiliencia, la joven se levantó por sus propios medios y, al finalizar la función, regresó al escenario para recibir el aplauso del público. El incidente no solo generó un debate nacional sobre los riesgos inherentes al arte circense y la efectividad de las medidas de seguridad, sino que también demostró cómo las redes sociales pueden amplificar un evento de esta naturaleza, convirtiéndolo en una conversación viral sobre la valentía y la vulnerabilidad de los artistas de alto riesgo.