Los graves disturbios ocurridos durante el concierto de la agrupación argentina Damas Gratis en el Movistar Arena de Bogotá han generado una profunda conmoción nacional. El evento, que terminó con un fallecido y múltiples heridos, desató un debate sobre la seguridad en espectáculos masivos y la influencia de las barras bravas en espacios culturales. La noche del 6 de agosto, lo que debía ser una fiesta de cumbia se convirtió en una batalla campal, presuntamente entre hinchas de Millonarios e Independiente Santa Fe. Según múltiples reportes, los enfrentamientos escalaron rápidamente cuando un grupo de personas ingresó de manera violenta al recinto por la puerta 5, utilizando sillas, canecas y armas cortopunzantes para agredirse mutuamente. La situación, que desbordó al personal de logística y seguridad, obligó a la cancelación del evento y a la intervención de la Policía.
El saldo fue trágico: un hombre de 30 años, identificado como Sergio Blanco, hincha de Santa Fe, murió tras ser atropellado en las afueras del lugar mientras intentaba huir del caos.
Además, se reportaron al menos 20 personas con heridas menores y cinco con lesiones por arma blanca.
El líder de la Guardia Albirroja Sur, Diego González, afirmó que había advertido a la Secretaría de Gobierno sobre los riesgos desde el 15 de julio, calificando la venta de boletería como “irresponsable”. El alcalde Carlos Fernando Galán calificó los hechos como “absolutamente repudiables” y convocó una reunión de emergencia para establecer responsabilidades y reforzar los protocolos de seguridad.
Por su parte, Pablo Lescano, líder de Damas Gratis, expresó su tristeza en redes sociales con el mensaje: “Chau Bogotá, Colombia me rompiste el corazón”.