El plan original de la colectividad era elegir su aspirante mediante una encuesta internacional antes de finalizar el año, pero este se desechó. Tras la solicitud de la senadora María Fernanda Cabal de aplazar la escogencia hasta marzo de 2026, el partido fijó una nueva fecha límite: el 6 de febrero. Se ha propuesto un "mecanismo mixto" que será acordado entre los precandidatos con la ayuda de "amigables componedores". Esta situación de incertidumbre se agravó con la renuncia del senador Andrés Guerra a su precandidatura, quien criticó que "tienen más peso los asesores de Miguel Uribe que los mismos precandidatos", evidenciando las fricciones internas. En un intento por calmar los ánimos y reorientar la estrategia, el expresidente Álvaro Uribe ha pedido a los aspirantes del partido que dejen de centrar sus discursos en atacar al presidente Petro y se enfoquen en presentar soluciones a los problemas del país. La dificultad para definir un liderazgo único debilita la posición del uribismo en el complejo rompecabezas de la oposición.