Por el contrario, se evidencia un aumento en el proceder criminal de los grupos, un incremento en el reclutamiento de menores y un aumento del desplazamiento forzado. Este escenario ha forzado al gobierno a revaluar su estrategia, como lo demuestra el reciente y controvertido bombardeo en el Guaviare contra disidencias de 'Iván Mordisco'. Esta acción militar, que resultó en la muerte de menores, es vista como una consecuencia directa de los fallos de una política que, al centrar el protagonismo en los armados, les otorgó un poder que ahora el Estado intenta contener por la fuerza. La situación ha generado un amplio debate sobre la coherencia y efectividad de la política de seguridad, con cuestionamientos sobre por qué se decide bombardear a unos grupos y no a otros, y quién está tomando realmente las decisiones estratégicas. La crisis de la 'Paz Total' evidencia la enorme distancia entre el discurso electoral y la complejidad del ejercicio del poder en el contexto del conflicto colombiano.