El presidente Petro admitió posteriormente que al menos 12 menores han muerto en operativos durante su gobierno. El mandatario defendió la operación argumentando que era necesaria para salvar la vida de 20 soldados que estaban en riesgo de ser emboscados: "Claro que es lamentable toda muerte de personas y más de menores de edad. Pero si dejo avanzar los 150 hombres de Iván Mordisco que iban por la selva, entonces emboscan 20 soldados jóvenes". El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, respaldó la acción afirmando que "quien se involucra en las hostilidades pierde toda protección; lo que mata no es la edad, es el arma".

Estas justificaciones han sido insuficientes para calmar la controversia.

La Defensoría del Pueblo pidió suspender los bombardeos, a lo que Petro se negó. Figuras como la representante Katherine Miranda anunciaron una moción de censura contra el ministro, mientras que el senador y precandidato del Pacto Histórico, Iván Cepeda, condenó los hechos, señalando que "acciones de esta naturaleza están prohibidas por el derecho humanitario". La Fiscalía de la Justicia Penal Militar ya abrió una indagación para verificar si la operación cumplió con los protocolos legales.