Las primeras aeronaves llegarán en 2028 y la flota completa estará operativa en 2032. La elección del Gripen sueco sobre otras opciones como el F-16 estadounidense se presenta como una decisión basada en criterios de costo y autonomía, aunque no está exenta de dependencias, ya que el motor de los aviones es de origen estadounidense, lo que genera incertidumbre en medio de las tensiones diplomáticas actuales con la administración Trump.