Esta acción legal evidencia una nueva ruptura entre la casa política de César Gaviria y la de los hermanos Galán, complicando posibles alianzas futuras. La demanda, presentada ante el Consejo de Estado, busca que se le prohíba al Nuevo Liberalismo inscribir candidatos a la Presidencia y al Congreso mientras mantenga emblemas que el Partido Liberal considera propios, como la palabra 'Liberalismo' y los colores rojo y blanco. Según la tutela, la similitud se debe a que el Nuevo Liberalismo surgió de vertientes internas del Partido Liberal, lo que dificulta su diferenciación. Juan Manuel Galán, líder del Nuevo Liberalismo, calificó la acción como una forma de "revictimización" y un intento de negarles su derecho a la participación política después de una larga lucha por recuperar su personería jurídica. Esta disputa legal profundiza el distanciamiento entre dos de las familias políticas más influyentes del liberalismo y obstaculiza la construcción de una coalición amplia de oposición, como la que han explorado los expresidentes Gaviria y Álvaro Uribe.