La tensión interna llevó a que el senador Andrés Guerra renunciara a su precandidatura para buscar un escaño en el Senado. Ante este panorama de división, el partido anunció que su líder natural, Álvaro Uribe, asumirá el control total en la elección del candidato que participará en la consulta interpartidista de marzo de 2026. Esta metodología, descrita como una elección "a dedo", no es nueva en el partido, recordando los casos de Iván Duque en 2018 y el apoyo a Federico Gutiérrez en 2022. La decisión abre la puerta a que el elegido no provenga del grupo inicial de aspirantes, que incluye a Cabal, Paloma Valencia, Paola Holguín y Miguel Uribe, e incluso se menciona la posibilidad de que el ungido sea una figura externa como el exministro Juan Carlos Pinzón. Este giro centraliza nuevamente el poder en la figura de Uribe, quien busca reafirmar su liderazgo en un partido golpeado por fracturas internas y procesos judiciales.