Petro propuso que ambas regiones se conviertan en un "faro democrático" para denunciar y actuar contra lo que calificó de "barbarie" y "despotismo".

Al finalizar la primera jornada, el presidente declaró el encuentro como un "éxito", destacando la insistencia en el multilateralismo y la diplomacia para resolver problemas internacionales.

La cumbre culminó con una declaración conjunta de 52 puntos firmada por 60 países. El evento se desarrolló en un contexto complejo, marcado por la ausencia de líderes clave como los de Alemania y Francia, y la crisis diplomática entre Colombia y la administración Trump, lo que le dio un matiz particular a los diálogos y posicionamientos del gobierno colombiano.