El Centro Democrático enfrenta una profunda fisura interna en la antesala de la definición de su candidato presidencial para 2026. La disputa, protagonizada por el precandidato Miguel Uribe Londoño y otros miembros del partido, pone en riesgo la unidad del uribismo. La controversia se centra en el método de selección del aspirante único, específicamente en la elección de la firma encuestadora. Miguel Uribe Londoño cuestionó públicamente la transparencia del proceso, sugiriendo que la firma brasileña Atlas Intel, supuestamente impulsada por la también precandidata María Fernanda Cabal, no ofrecía garantías. Uribe Londoño argumentó que las encuestas digitales excluyen a parte de la población y son vulnerables a la manipulación.
Estas críticas llevaron a que Atlas Intel se retirara del proceso alegando "riesgos reputacionales".
La tensión escaló con el cruce de cartas públicas.
Uribe Londoño envió una misiva al director del partido, Gabriel Vallejo, quejándose de haber sido "tildado de antiético" en una reunión y exigiendo la grabación del encuentro. Vallejo respondió con dureza, cuestionando el tono de Uribe Londoño y preguntándole si sus asesores habían contactado a Atlas Intel previamente.
María Fernanda Cabal también intervino, calificando de "inadmisible que se intente socavar la confianza en nuestras estructuras internas". Cabal sugirió que Uribe Londoño es "más un instrumento que un actor directo" de quienes buscan debilitar al partido. A pesar de que un acta interna revelada por Blu Radio indica que la decisión final sobre el candidato recae en Álvaro Uribe y Gabriel Vallejo, independientemente del resultado de la encuesta, la disputa pública ha evidenciado una fractura significativa en la colectividad.
En resumenLas divisiones en el Centro Democrático se han hecho públicas a través de acusaciones y cartas cruzadas entre precandidatos sobre el método de selección del candidato presidencial. La controversia, centrada en la firma encuestadora Atlas Intel, ha expuesto profundos malestares y ha puesto en duda la capacidad del partido para presentar un frente unido de cara a las elecciones de 2026.