Este episodio ha provocado el llamado a consultas del embajador colombiano en Washington y ha puesto en duda la estabilidad de las relaciones bilaterales. La controversia se desató tras la revelación de una fotografía en la que un alto funcionario del gobierno de Donald Trump, James Blair, sostiene una carpeta con un documento titulado "La doctrina Trump para Colombia y el Hemisferio Occidental". Dicho documento, atribuido al senador republicano de origen colombiano Bernie Moreno, presenta imágenes editadas de los presidentes Gustavo Petro y Nicolás Maduro vestidos como prisioneros y detalla un plan de cinco pasos que incluye designar más carteles como organizaciones terroristas e imponer sanciones contra Petro y su familia. Como respuesta, el presidente Petro confirmó que llamaría a consultas al embajador de Colombia en Washington, Daniel García-Peña, por lo que calificó como un "irrespeto brutal". Esta es la segunda vez en pocos meses que el embajador es llamado, reflejando una crisis diplomática en curso. La tensión se había agudizado previamente cuando Trump calificó a Petro de "líder del narcotráfico" y el Departamento del Tesoro incluyó al presidente y su círculo cercano en la lista OFAC. Aunque el director de la revista Cambio, Federico Gómez Lara, inicialmente reportó que Petro consideraba expulsar al encargado de negocios de EE.
UU., John McNamara, el ministro del Interior, Armando Benedetti, desmintió esta versión, buscando bajar el tono al conflicto. Este nuevo episodio se enmarca en un contexto de operaciones militares estadounidenses en el Caribe y el Pacífico, que el gobierno colombiano ha criticado, y las cuales, según el ministro de Defensa Pedro Sánchez, no han afectado la cooperación militar.











