Su ascenso está reconfigurando las dinámicas en la derecha, generando tanto apoyos como rechazo entre figuras tradicionales. Inspirado en figuras como Bukele o Trump, De la Espriella ha lanzado un movimiento que promete ser “popular y populista con ideas reaccionarias”. Su lanzamiento de campaña en el Movistar Arena, que según su equipo congregó a más de 16,000 personas, fue calificado como un “golpe de opinión” para la derecha. A esto se suma el anuncio de haber recolectado más de 2.8 millones de firmas para avalar su candidatura, una demostración de capacidad de movilización.
Este ascenso ha generado tensiones.
La senadora María Fernanda Cabal expresó su molestia por la “deslealtad” del representante Miguel Polo Polo, quien se sumó a la campaña de De la Espriella. El abogado respondió que “nadie es dueño de nadie” y que su vínculo con Polo Polo se fortaleció tras defender su curul.
Mientras tanto, figuras de centro como Sergio Fajardo han cerrado la puerta a cualquier alianza, afirmando: “Con Abelardo de la Espriella no comparto nada”. A pesar de esto, De la Espriella se muestra abierto a participar en una consulta amplia de la derecha.
Su irrupción incluso ha provocado ataques velados por parte del ministro del Interior, Armando Benedetti, evidenciando el impacto que su figura está teniendo en el panorama político.











