Por un lado, inadmitió como prueba las certificaciones del Consejo Nacional Electoral (CNE) sobre los aportes a la campaña presidencial, calificándolas de “impertinentes”.

Por otro, se determinó que las declaraciones iniciales en las que Nicolás Petro admitió su responsabilidad no serán tenidas en cuenta en el juicio. Uno de los giros más notables ha sido el argumento de la defensa, que alega que su cliente no puede viajar a Barranquilla para las audiencias porque, al estar en la Lista Clinton, “no le venden tiquetes aéreos” debido a problemas económicos y de seguridad. A pesar de estos obstáculos, el juez admitió la incorporación de información financiera del acusado, aunque bajo las reglas de testimonio como pruebas de referencia. Adicionalmente, el juez anunció que compulsará copias por presuntas irregularidades en el proceso de investigación, lo que añade otra capa de complejidad al caso.