El evento, denominado “La Gran Convención Nacional de Defensores de la Patria”, congregó a más de 15,000 personas y contó con el apoyo de figuras como el exgeneral Enrique Zapateiro, el representante Miguel Polo Polo y el líder de Salvación Nacional, Enrique Gómez. De la Espriella anunció haber recolectado más de 2.8 millones de firmas y se mostró abierto a participar en una consulta de la centro-derecha, aunque su principal objetivo parece ser que la derecha se una en torno a su figura. Su ascenso ha generado divisiones en la oposición; mientras busca el guiño de Álvaro Uribe, figuras del centro como Sergio Fajardo han cerrado filas a una alianza, declarando: “Con Abelardo de la Espriella no comparto nada”. La senadora María Fernanda Cabal también mostró su descontento por el apoyo de Polo Polo a De la Espriella, calificando la lealtad como “la virtud más escasa en la política”. La estrategia de De la Espriella se enfoca en capitalizar el descontento popular y proyectar una imagen de 'mano dura', comparándose con líderes como Bukele, Milei y Trump, pero con el “patriotismo” de Uribe.