La intimidación, que consistió en un sufragio fúnebre entregado en su sede de campaña en Manizales, ha sido calificada por Lizcano como un “acto cobarde” que atenta contra la democracia. Lizcano expresó su angustia y preocupación, afirmando que el hecho lo “revictimiza” y le revive sentimientos del secuestro de su padre. “Acabamos de recibir un sufragio en la sede de mi campaña presidencial en Manizales con una amenaza contra la vida de mi padre”, publicó en su cuenta de X. El precandidato criticó duramente la falta de respuesta inmediata por parte del Gobierno Nacional, asegurando que intentó contactar sin éxito a los ministros del Interior y de Defensa. “Nadie me contesta, ningún ministro, ni del Interior ni de Defensa.

Estamos jodidos”, expresó con molestia, calificando la actitud del gobierno como “indolente”.

Añadió que su padre se encuentra sin esquema de seguridad desde hace un año por una decisión de la Unidad Nacional de Protección (UNP).

Posteriormente, el ministro del Interior, Armando Benedetti, y el procurador Gregorio Eljach se pronunciaron.

Benedetti informó que la Policía recibió la denuncia y que se dio instrucción a la DIJIN para investigar y coordinar con la UNP la valoración del esquema de protección.

Por su parte, el procurador Eljach rechazó las amenazas y exigió una “rápida acción de las autoridades para garantizar su seguridad”.

Lizcano concluyó haciendo un llamado a rechazar la violencia política: “¿Hasta cuándo en Colombia se amenaza para intentar silenciar la democracia?”