En una entrevista con la revista Cambio, Petro Burgos afirmó: “Yo cogí esa plata para comprar una casa. Esa es la realidad. Jamás dije que era para la campaña”.
Sostuvo que los recursos fueron declarados y que su caso ha sido instrumentalizado políticamente, acusando a la Fiscalía de “inflar” las cifras y a su exesposa, Day Vásquez, de quedarse con los bienes y actuar en “confabulación” con el ente acusador. La defensa, liderada por el abogado Alejandro Carranza, lanzó una grave acusación, asegurando que Barbosa le habría ofrecido al presidente Petro frenar el proceso contra su hijo a cambio de mantener a Marta Mancera como fiscal encargada, lo que calificó como “una especie de extorsión velada”. Por su parte, Francisco Barbosa negó rotundamente las acusaciones, calificándolas como “una falsedad, es una difamación” y una “estrategia de defensa ante la inminencia de lo que se presenta por parte de la justicia”. Las declaraciones de Petro también presentan contradicciones con otros testimonios, como el de Gabriel Hilsaca, quien afirmó ante la Procuraduría que entregó $400 millones a Petro Burgos específicamente para la campaña presidencial en el Atlántico.