El Gobierno de Gustavo Petro está evaluando la posibilidad de convocar una consulta popular para aprobar la reforma a la salud, ante el estancamiento del proyecto en la Comisión Séptima del Senado. El ministro del Interior, Armando Benedetti, confirmó que la idea “está sobre la mesa desde hace pocas horas” y surge como una respuesta al “bloqueo institucional” que, según él, enfrenta la iniciativa en el Congreso. Benedetti criticó duramente la actitud de la Comisión Séptima, acusándola de emplear tácticas dilatorias para hundir la reforma, de manera similar a como ocurrió inicialmente con la reforma laboral.
“En el Congreso están mamando gallo.
Llevamos cinco meses y solo se ha debatido una vez.
Eso es una forma de dilatar”, afirmó el ministro. Aclaró que la propuesta de la consulta no es una iniciativa del Gobierno, sino de dirigentes de dos partidos políticos, pero que el Ejecutivo no se opondría si el pueblo quiere pronunciarse. El presidente de la Cámara, Julián López del Partido de la U, ya expresó su apoyo a esta vía. “Si aquí en el Congreso no nos colocamos de acuerdo, entonces que sea el pueblo el que le indique al Congreso y al país el camino”, manifestó. Esta estrategia revive la fórmula utilizada con la reforma laboral, donde la amenaza de una consulta popular presionó al legislativo para reactivar el debate. El Gobierno insiste en que sus “líneas rojas” son la eliminación de las EPS como aseguradoras y el manejo directo de los recursos por parte de la ADRES, puntos en los que el presidente “no esté tan dispuesto a ceder”.
En resumenAnte el bloqueo de la reforma a la salud en el Senado, el Gobierno Petro ha puesto sobre la mesa la opción de una consulta popular, una estrategia de presión que ya le funcionó con la reforma laboral. Esta movida busca trasladar el debate del Congreso a la ciudadanía, convirtiendo la reforma en una bandera electoral y política para superar la resistencia legislativa.