El impacto político ha sido significativo.

Uribe Turbay se perfilaba como una de las figuras más fuertes del Centro Democrático.

Tras su muerte, su padre, Miguel Uribe Londoño, fue proclamado precandidato por el partido, en un relevo simbólico para mantener la continuidad de su legado. El suceso ha sido un tema central en los discursos de la oposición, que lo utiliza como una “señal de alerta” sobre los desafíos de seguridad que enfrenta el país.