El presidente Gustavo Petro ha reavivado la propuesta de convocar una Asamblea Nacional Constituyente, presentándola como un mecanismo popular para destrabar sus reformas sociales bloqueadas en el Congreso. Esta iniciativa ha polarizado el debate político nacional, generando tanto respaldo de sus bases como un fuerte rechazo de la oposición, que la considera una estrategia para perpetuarse en el poder. Durante un acto en Ibagué, el mandatario instó a la ciudadanía a ponerse en “modo constituyente”, detallando un proceso que iniciaría con la recolección de 2.5 millones de firmas por parte de un comité promotor ciudadano para presentar un proyecto de ley ante el próximo Congreso. Petro afirmó: “Solo el pueblo vuelto poder constituyente, decide si en el 2026, después de mi gobierno, habrá una Asamblea Nacional Constituyente”. La propuesta ha sido acogida por precandidatos de su coalición como Daniel Quintero, quien en una entrevista con EL TIEMPO afirmó que el “error más grande del presidente Gustavo Petro fue haber prometido que no haría constituyente”.
Sin embargo, la oposición ha reaccionado con vehemencia. La senadora María Fernanda Cabal advirtió que la iniciativa representa un riesgo para la democracia y que Petro busca “atornillarse en el poder con una Constituyente ilegítima”. Analistas señalan que, más allá de su viabilidad jurídica, el mayor peligro de esta vía es el efecto de “caja de Pandora”, pues una vez reunida, la Asamblea podría declararse soberana y sin límites en un contexto de extrema polarización y violencia política. La insistencia en este mecanismo se interpreta como una salida de emergencia del presidente ante el estancamiento de su agenda legislativa y una jugada estratégica para movilizar a sus bases de cara a las elecciones de 2026.
En resumenLa convocatoria a una Asamblea Constituyente se ha convertido en un eje central y polarizador de la estrategia política del presidente Petro, definiendo el pulso con el Congreso y la oposición en la recta final de su mandato, y perfilando el campo de batalla para las elecciones de 2026.