El resultado más concreto es la convocatoria a una cumbre conjunta el próximo 15 de octubre, donde se espera formalizar la alianza. La base del acuerdo es actuar como un bloque monolítico en el Congreso, unificando posturas en temas clave como la reforma a la salud, donde Cambio Radical apoyará la ponencia de archivo del uribismo, y la ley de sometimiento de bandas criminales. El objetivo final es la creación de una gran consulta interpartidista en marzo de 2026 para elegir un candidato único anti-Petro.

Esta nueva coalición se define a sí misma como la “oposición pura”, marcando distancia de los partidos Liberal, Conservador y La U, a quienes consideran funcionales al Gobierno. Figuras de ambos partidos, como el representante Christian Garcés y el senador Carlos Fernando Motoa, han subrayado la incoherencia de aliarse con quienes han apoyado iniciativas del Ejecutivo. Mientras tanto, el expresidente Uribe ha asumido un rol de “imán”, atrayendo a su finca en Llanogrande a diversos precandidatos de derecha y centroderecha, desde Vicky Dávila y Abelardo de la Espriella hasta Juan Carlos Pinzón.