La confrontación escaló rápidamente a descalificaciones personales.
Montealegre lo tildó de “fantoche” y le exigió la renuncia: “¡Váyase ya!
No más.
Este ministerio le quedó grande”.
El punto más álgido llegó cuando Montealegre amenazó a Benedetti con consecuencias judiciales por sus procesos pendientes.
“Vamos a ver qué tan ‘gallito de pelea’ es Benedetti, cuando la Corte Suprema de Justicia lo meta muy pronto a la cárcel por corrupto”, escribió el ministro de Justicia. También lo acusó de filtrar a la prensa una conversación privada con Laura Sarabia para generar una crisis en el Gobierno, llamándolo “tras de ladrón, bufón”. Por su parte, Benedetti respondió de forma escueta en el chat, pidiendo que lo dejaran “quieto” antes de anunciar que no leería más el grupo.
Posteriormente, en redes sociales, afirmó haber sido “estoico” y no haber respondido a “ninguna agresión”.
Este no es el primer choque de Benedetti con figuras del alto gobierno, pero sí el más explícito, evidenciando una guerra de egos y poder que amenaza la estabilidad del equipo ministerial.