La Procuraduría General de la Nación formuló pliego de cargos y llamó a juicio disciplinario a Nicolás Petro Burgos, hijo del presidente Gustavo Petro, por un presunto incremento patrimonial injustificado superior a los 1.189 millones de pesos. Este avance en el frente disciplinario se suma a los procesos penales que ya enfrenta por lavado de activos y enriquecimiento ilícito, aumentando la presión judicial sobre el exdiputado del Atlántico. Según el Ministerio Público, los ingresos netos de Petro Burgos como diputado durante 2022 habrían sido inferiores a los gastos que realizó en ese periodo, generando un aumento patrimonial no explicado a su favor y de su entonces pareja, Daysuris Vásquez. La Procuraduría Regional de Instrucción del Atlántico sostiene que el exdiputado habría tenido ingresos que no provenían de su actividad en la Asamblea Departamental.
Las pruebas recaudadas incluyen testimonios, movimientos financieros y documentos notariales.
Este proceso disciplinario podría resultar en una inhabilidad de hasta 20 años para ocupar cargos públicos. Paralelamente, en el ámbito penal, la Fiscalía se preparaba para imputarle tres nuevos delitos (tráfico de influencias, interés indebido en la celebración de contratos y falsedad en documento público), aunque la audiencia fue aplazada a solicitud de su defensa para después del 8 de noviembre de 2025. Estos nuevos cargos se relacionan con presuntas gestiones irregulares en contratos de la Gobernación del Atlántico con la Fundación Conciencia Social, ligada a Day Vásquez. La defensa de Nicolás Petro ha solicitado a la Fiscal General, Luz Adriana Camargo, replantear la permanencia de la fiscal del caso, Lucy Laborde, argumentando falta de garantías.
En resumenEl avance simultáneo de procesos disciplinarios y penales contra Nicolás Petro consolida un complejo panorama judicial que afecta directamente al entorno del presidente. El llamado a juicio por parte de la Procuraduría y las nuevas imputaciones de la Fiscalía evidencian la solidez de las acusaciones por enriquecimiento ilícito y corrupción, manteniendo al hijo del mandatario en el centro de un escándalo que impacta la credibilidad del Gobierno.