El trámite de la reforma a la salud en el Senado enfrenta un bloqueo casi total, lo que ha llevado al ministro del Interior, Armando Benedetti, a revivir la propuesta de una Asamblea Constituyente como única salida. La falta de mayorías, el rechazo de partidos clave y la presentación de una ponencia alternativa han estancado uno de los proyectos legislativos más importantes del Gobierno Petro. El debate en la Comisión Séptima del Senado se encuentra en un punto muerto, con tres ponencias enfrentadas: la del Gobierno, que cuenta con cinco apoyos; una de archivo del Centro Democrático, respaldada por los dos senadores de ese partido y los dos del Partido Conservador; y una alternativa liderada por la senadora Norma Hurtado (La U).
Ninguna de las tres propuestas reúne los votos necesarios para ser aprobada.
El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, admitió que "no ve" un ambiente favorable, mientras que el Partido Conservador, a través de su presidenta Nadia Blel, confirmó su voto negativo argumentando que la reforma "agrava la situación actual del sistema" y carece de financiación clara. Ante este panorama, el ministro Benedetti declaró que existe un "bloqueo institucional" y que "al Congreso le queda grande reformar la salud y la justicia", por lo que "se abre camino a una Constituyente". Benedetti, quien aseguró que intentará "hacer magia" para lograr acuerdos, también advirtió que si la reforma se hunde, el oficialismo podría apelar la decisión para que sea discutida en otra comisión, replicando la estrategia usada con la reforma laboral.
En resumenEl estancamiento de la reforma a la salud en el Senado evidencia la debilidad de la coalición de gobierno y su incapacidad para lograr consensos en proyectos clave. La amenaza de convocar una Constituyente por parte del ministro del Interior eleva la tensión política, sugiriendo que el Ejecutivo podría optar por vías extraordinarias ante el bloqueo legislativo.