Ninguna de las tres propuestas reúne los votos necesarios para ser aprobada.

El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, admitió que "no ve" un ambiente favorable, mientras que el Partido Conservador, a través de su presidenta Nadia Blel, confirmó su voto negativo argumentando que la reforma "agrava la situación actual del sistema" y carece de financiación clara. Ante este panorama, el ministro Benedetti declaró que existe un "bloqueo institucional" y que "al Congreso le queda grande reformar la salud y la justicia", por lo que "se abre camino a una Constituyente". Benedetti, quien aseguró que intentará "hacer magia" para lograr acuerdos, también advirtió que si la reforma se hunde, el oficialismo podría apelar la decisión para que sea discutida en otra comisión, replicando la estrategia usada con la reforma laboral.