Su entrada a la contienda, respaldada por un sector del empresariado, añade un actor clave al debate sobre la unificación de la oposición de centroderecha. Pinzón anunció su decisión en una entrevista con la revista SEMANA, donde afirmó que su candidatura responde al llamado de ciudadanos y diversos sectores que consideran que el país atraviesa “uno de los más difíciles y caóticos de la historia reciente”. El exministro se posiciona como una figura de experiencia probada, delineando su visión de liderazgo bajo el lema de “una fuerza serena capaz de resolver los grandes problemas nacionales”. Aunque no precisó qué partido le otorgará el aval, aseguró que buscará el apoyo de varias colectividades para construir “grandes coaliciones”.

Su nombre ya había ganado visibilidad tras la publicación de una carta firmada por más de 100 empresarios que lo instaban a lanzarse, entre ellos Manuel Santiago Mejía. La candidatura de Pinzón ha generado reacciones diversas dentro del uribismo; mientras un ala lo rechaza por su pasado santista, otro sector lo considera una figura experimentada que podría recomponer las relaciones con Estados Unidos. A pesar de los acercamientos, el Centro Democrático descartó incluirlo en su proceso interno, aunque el expresidente Uribe ha pedido a su partido bajar “la prevención” hacia él, abriendo la puerta a una posible confluencia en una gran consulta de la derecha en marzo de 2026.