El momento más tenso ocurrió cuando la delegación estadounidense, liderada por el representante Mike Waltz, abandonó el recinto en señal de protesta. Posteriormente, el Departamento de Estado respondió de forma escueta: “las acciones de nuestra delegación hablan por sí mismas”. Petro calificó este gesto como una muestra de “debilidad intelectual”.

El discurso también incluyó una propuesta para crear un “ejército de la salvación del mundo” para “liberar a Palestina”, iniciativa que, según el mandatario, ya cuenta con el respaldo de Indonesia. La intervención fue defendida por su canciller, Rosa Villavicencio, como “disruptiva”, mientras que opositores como el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, la calificaron como una “vergüenza” que destruye la relación con un socio fundamental.