“Prefiero perder mil elecciones a perder mi coherencia”, afirmó Bolívar.

Sus críticas también apuntan a que Quintero estaría tejiendo alianzas con maquinarias políticas tradicionales ajenas al progresismo.

Por su parte, el equipo de Quintero ha acusado a Bolívar de intentar sabotear la consulta por “sectarismo” y ha hecho un llamado a la unidad. Esta disputa se suma a los obstáculos legales impuestos por el CNE, que aprobó la fusión del Pacto Histórico como partido único pero excluyó a movimientos fundadores como Colombia Humana, del presidente Petro, y Progresistas, de la senadora María José Pizarro.

Esta decisión deja en un limbo jurídico a varios precandidatos y complica la conformación de listas unificadas.

Ante este panorama, el Pacto Histórico solicitó formalmente al CNE aplazar la consulta, originalmente prevista para el 26 de octubre, hasta el 23 de noviembre, y ampliar el plazo de inscripción de candidatos. La crisis ha obligado a la coalición a evaluar mecanismos alternativos, como una encuesta, para definir su candidato presidencial, mientras el presidente Petro insiste en la necesidad de mantener la unidad para dar continuidad a su proyecto político.