El gabinete del presidente Gustavo Petro ha enfrentado una notable inestabilidad marcada por nombramientos y renuncias exprés, principalmente en los Ministerios de Igualdad y de las TIC. La controversia se centra en el nombramiento de Juan Carlos Florián como ministro de Igualdad, el cual fue suspendido provisionalmente por el Tribunal Administrativo de Cundinamarca por un presunto incumplimiento de la Ley de Cuotas, que exige una participación femenina de al menos el 50% en los altos cargos. Ante la suspensión, Florián renunció el 15 de septiembre, pero fue designado nuevamente el 21 de septiembre mediante el decreto 1012.
La estrategia del Gobierno para subsanar la falta de paridad consistió en nombrar a una mujer, Yeimi Carina Murcia, como nueva ministra de las TIC, en reemplazo del saliente Julián Molina. Esta jugada, calificada por la oposición como una maniobra para eludir la decisión judicial, permitió al Gobierno cumplir formalmente con la cuota de género y reintegrar a Florián. La defensa del Ejecutivo argumentó que contar a Florián, quien se identifica como de género fluido, como hombre en el gabinete era discriminatorio. Sin embargo, la representante Catherine Juvinao ha interpuesto otra demanda para tumbar el nombramiento, argumentando que Florián se autorreconoció como masculino en su hoja de vida. La situación refleja una crisis de gobernabilidad y un pulso legal que evidencia la fragilidad de algunos nombramientos clave en la administración Petro.
En resumenLos cambios y la controversia legal en los Ministerios de Igualdad y TIC revelan una gestión reactiva y tensiones entre el Ejecutivo y el poder judicial. La estrategia para cumplir con la Ley de Cuotas mientras se mantiene a Juan Carlos Florián en su cargo ha generado un debate sobre la instrumentalización de la norma y la estabilidad del gabinete presidencial.