Nada que nada.
Ahora vamos es a la asamblea constituyente que haga realidad el poder popular”, declaró. Petro aclaró que su intención no es redactar una nueva Constitución desde cero, sino ajustar la de 1991 para que el Estado Social de Derecho se materialice en “el presupuesto, en las obras, en la realidad viva del país cotidiano”. El llamado a la Constituyente ha generado fuertes reacciones. El procurador general, Gregorio Eljach, calificó la propuesta como un “contrasentido lógico e histórico”, argumentando que si no fue posible una consulta popular, mucho menos lo será una constituyente, la cual además no tiene como fin modificar, sino constituir. Sectores de la oposición ven en la propuesta un riesgo para la estabilidad democrática y una posible estrategia para concentrar poder. Por su parte, el presidente ha instado a los movimientos sociales y campesinos a organizarse para hacer realidad la convocatoria a través de los mecanismos que ya establece la Constitución.