Argumentan que la reforma es “fiscalmente inviable”, citando un costo estimado de 109 billones de pesos para su primer año sin fuentes de financiación claras. Además, advierten que la propuesta revive un modelo similar al antiguo Seguro Social y pone en riesgo la continuidad de los tratamientos para millones de pacientes.

Por otro lado, un bloque de senadoras independientes, incluyendo a Norma Hurtado y Esperanza Andrade, solicitó una prórroga para radicar una ponencia alternativa.

Esta propuesta no buscaría archivar la reforma, sino “construir sobre lo construido”, manteniendo un sistema mixto y evitando la estatización total de la salud. El presidente de la Comisión, Miguel Ángel Pinto, aseguró que no hay maniobras dilatorias y que el debate iniciará la próxima semana, votando primero la ponencia de archivo. Pinto también criticó la falta de claridad del Ministerio de Hacienda sobre el aval fiscal de la reforma, un punto clave para su viabilidad. El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, ha defendido la sostenibilidad del proyecto, afirmando que los cálculos de déficit no incluyen ingresos por cotizaciones, que sumarían cerca de 40 billones de pesos.