Esta declaración del Senado contrasta directamente con la postura del Ejecutivo.

El presidente Petro ha negado repetidamente la existencia de dicha organización en las investigaciones judiciales colombianas, afirmando que es una “excusa ficticia de la extrema derecha”. De igual manera, el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, indicó que las amenazas prioritarias para Colombia son el Clan del Golfo, el ELN y las disidencias de las Farc, sin mencionar al cartel venezolano. La decisión del Senado se produce en un contexto de alta tensión diplomática, pocos días después de que Estados Unidos descertificara a Colombia en la lucha antidrogas, lo que convierte esta declaración en un gesto político para marcar distancia de la posición del gobierno y alinearse con la visión de Washington y otros países de la región.