Según el alto tribunal, la jueza se limitó a enunciar razones genéricas sin un "hilo argumental sólido y fundado".

En su providencia, la Corte señaló que “una cosa es explicar y otra justificar una decisión”, criticando que se ofrecieron “aseveraciones reiterativas del cumplimiento de tales exigencias, desprovistas de los fundamentos que las soportaban”. El abogado defensor, Jaime Granados, afirmó que la decisión “envía un mensaje claro sobre los errores cometidos por la juez”. El fallo no modifica la condena de primera instancia, la cual sigue en proceso de apelación, pero sí reafirma la jurisprudencia de que la libertad es la regla general y su restricción debe ser excepcional y rigurosamente sustentada.