Esta declaración representa un giro en la narrativa sobre el crimen y agudiza las tensiones diplomáticas entre Colombia y la Unión Europea. Desde Timbío, Cauca, Petro respondió a la resolución del Parlamento Europeo, que condenó la violencia política en Colombia y señaló que las “declaraciones incendiarias” de figuras gubernamentales contribuían a la polarización. El presidente desestimó esta acusación, afirmando: “No es por el discurso de Petro que mataron al senador Uribe Turbay, lo mató la mafia según los indicios, y esa mafia vive en Europa, no aquí en Colombia”. Fue más allá al especificar que los posibles responsables se encontrarían en Madrid y Dubái.
Esta hipótesis, hasta ahora no mencionada por las autoridades judiciales que investigan el caso, contradice las líneas de investigación que apuntaban a disidencias de las FARC.
Petro también vinculó estas mafias con amenazas contra su propia familia en Francia y con el asesinato del fiscal paraguayo Marcelo Pecci. El mandatario aprovechó para criticar la postura europea frente al conflicto en Gaza, amenazando con renunciar a su ciudadanía italiana “si en Europa siguen apoyando las bombas que caen sobre Gaza”. La familia del senador Uribe, por su parte, ha pedido al presidente que no especule sobre los autores intelectuales y permita que la justicia avance.