El presidente Gustavo Petro generó una fuerte controversia al acusar a las gobernaciones del Tolima y Valle del Cauca de presunta corrupción y mala gestión en el Programa de Alimentación Escolar (PAE), lo que provocó una enérgica respuesta de las mandatarias regionales, quienes desmintieron las afirmaciones y exigieron una rectificación. Durante una alocución presidencial, Petro afirmó que en el Tolima “se robaron la comida de los jóvenes y niños en los colegios” y advirtió que lo mismo podría estar ocurriendo en el Valle del Cauca. Sostuvo que su gobierno no entregaría más recursos “para que en el Tolima se la roben”. Las declaraciones se basaron en informes del Ministerio de Educación que señalan que la Gobernación del Tolima solo aportó el 2% de la financiación del PAE, mientras que la Nación cubrió el 98%, y aun así el programa se suspendió por diez días. La gobernadora del Tolima, Adriana Matiz, rechazó las acusaciones, asegurando que el PAE se maneja con transparencia a través de licitaciones públicas y retó al presidente a un debate con cifras. Por su parte, la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, fue contundente: “Presidente @petrogustavo, en el Valle del Cauca NO se han robado los recursos del PAE.
Así lo ratificó su @Mineducacion”.
Toro destacó que su departamento financia el 76% del programa y que el DNP lo calificó con 100 sobre 100, exigiéndole al mandatario: “Le pido que respete al Valle del Cauca y que me respete”.
El enfrentamiento evidencia las crecientes tensiones entre el gobierno central y las administraciones departamentales sobre la ejecución de recursos públicos y la narrativa política en torno a la corrupción.
En resumenLas acusaciones del presidente Petro sobre corrupción en el PAE de Tolima y Valle del Cauca desataron una confrontación directa con las gobernadoras de ambos departamentos, quienes defendieron su gestión con cifras oficiales y exigieron respeto, evidenciando una profunda fractura en las relaciones intergubernamentales.