La reacción del gobierno de Nicolás Maduro fue de escepticismo, calificando el video del ataque como una manipulación creada con inteligencia artificial y acusando al senador Marco Rubio de engañar a Trump.

Maduro declaró “máxima alerta” y advirtió que Venezuela respondería militarmente ante una agresión.

Por su parte, la canciller colombiana, Rosa Villavicencio, calificó el despliegue militar estadounidense como “desproporcionado”, y aunque reiteró el compromiso regional contra el narcotráfico, advirtió que una presencia de tal magnitud podría interpretarse como una “injerencia inaceptable”. El incidente se produce en un contexto de alta tensión, con Washington desplegando buques de guerra en la zona y acusando a Maduro de liderar el “Cartel de los Soles”, una organización que Petro ha negado que exista.